Ricardo Ezcurdia a 19-02-2022 - 23:05:53
Aunque todos sabemos, y decimos para autoconvencernos, que el desayuno es la comida mas importante del día, por norma general no le dedicamos el tiempo que deberíamos. Puede ser porque apuremos demasiado los últimos minutos en los brazos de Morfeo por la mañana o porque también nos dé pereza, pero os aseguro que un buen desayuno es lo que más nos puede ayudar a empezar el día.
El desayuno es la primera comida de la jornada después de pasar horas sin comer. En el caso de los más pequeños de la casa, para que un desayuno sea completo, debe aportar entre el 20% y el 25% de las necesidades energéticas diarias. Si a nosotros como adultos nos cuesta tomarnos en serio estas comidas, los niños no van a ser menos. Nuestra misión es transmitirles la importancia de desayunar e inculcarles el hábito cada mañana y cómo organizar el tiempo para que puedan almorzar tranquilamente y sin prisas antes de ir al colegio. Crear unas rutinas es fundamental para huir de la vida sedentaria que tantas veces nos acecha.
Una de las cosas que más claro tenemos que tener es que el azúcar tiene que estar presente de forma muy controlada, ya que lamentablemente es bastante común que, a lo largo del día, lo tomen de manera frecuente en muchos alimentos.
Para conseguir un desayuno completo y equilibrado deberíamos incluir, en primer lugar, lácteos. Leche, yogur o queso son las mejores formas en las que podemos ingerirlos; luego, cereales, por ejemplo en forma de pan. Fruta, preferiblemente de temporada y variada para que no caigamos en una rutina aburrida, y alguna grasa como aceite o mantequilla, pero siempre en una cantidad moderada.
Con todo esto os puedo asegurar que nuestros hijos, y nosotros mismos, tendremos gasolina para afrontar el día a tope de energía.
En mi casa siempre solemos tener rebanadas de un pan de maíz o semillas en el congelador y, únicamente hay introducirlas en el tostador cada mañana para comenzar a preparar nuestro desayuno. Si tenemos suerte y encontramos algún aguacate que esté en su momento óptimo lo aprovechamos para, una vez tengamos el pan tostado, poner por encima una capa del aguacate bien machacado con un tenedor. Esto ya por sí sólo debería servir, pero si además le ponemos un poco de salmón ahumado, o del que hemos hecho varias veces curado en casa, y un huevo pochado o un revuelto, tenemos ya una tosta que puede llegar a ser la envidia de nuestros seguidores en Instagram.
Lo completamos con una manzana, una naranja, mejor pelada que en zumo, un plátano o un kiwi, y un vaso de leche, de la que más os guste o toleréis, con café los mayores y cacao los más pequeños. Ya lo tenemos.
Sinceramente, me parece una buenísima forma de desayunar porque una buena tosta puede incluir mucho de lo que necesitamos, una crema de queso, unas hojas de espinacas baby, unas nueces y unos trozos de melocotón también son una combinación de las que repetiréis varias veces. El tomate, ya sea rallado o cortado en rodajas muy finas, con un hilo de aceite de oliva y un poco del embutido que más os apetezca. No os lo voy a descubrir ahora pero es una apuesta segura. El queso fresco con salmón ahumado y unas rodajas de pepino. Para los amantes de los desayunos salados, el pan con tomate, aceite y unas sardinas que aportan la proteína y un buen chute de Omega3.
Como veréis un desayuno puede abarcar desde lo más sencillo a lo más variado. Es importante que os adaptéis al tiempo que tenéis para hacerlo, pero si le echáis imaginación y combináis los ingredientes para no hacerlo monótono conseguiréis un grandísimo beneficio.